Existen varias explicaciones sobre cómo se forman las actitudes, aunque
en general hay bastante consenso en cuanto a que son aprendidas y no
innatas.
- En 1968, Zajonc propuso la teoría de la simple exposición, según la
cual al exponernos prolongadamente a un objeto de actitud concreto puede
que desarrollemos una actitud positiva hacia él, ya que con el tiempo
obtenemos más información sobre él. Por ejemplo, es fácil que te acabe
gustando una canción que escuchas repetidamente en el metro o por la
radio, o que con el paso del tiempo te acabe cayendo bien una persona
que de entrada te es indiferente.
- Otra explicación es el condicionamiento clásico propuesto por
Pavlov,
según la cual aprendemos a partir de la relación que establecemos entre
los estímulos que recibimos. Un estímulo de valor positivo o negativo
puede modificar el valor de otro estímulo si los relacionamos entre sí,
por ejemplo, convirtiendo algo neutro en positivo o negativo.
- Insko, mediante las teorías del condicionamiento instrumental, propuso
en 1965 que aprendemos las actitudes según los refuerzos positivos y negativos que
recibimos al manifestarlas.
- Bandura, en 1971, propuso la teoría del modelado, según la cual
aprendemos observando modelos y viendo las consecuencias de su
comportamiento.
Los procesos de socialización son una importante fuente de formación de actitudes:
- La familia, o para el caso las personas que nos cuidan de pequeños
cumpliendo el rol de familia, son la primera fuente de información que
tenemos. Necesitamos esta información para sobrevivir al menos durante
los primeros años de vida, por lo que se arraiga profundamente en
nosotros y al crecer es la más difícil de modificar.
- La escuela, por su parte, nos transmite información que está ligada a
valores. Nos enseña diversas maneras de entender el mundo y las
personas. A través de esta influencia nuestras actitudes van a
desarrollarse en un sentido u otro.
- Los medios de comunicación mantienen su influencia a lo largo de
nuestro desarrollo. Aunque los adultos somos más críticos y tenemos más
resistencia a su influencia, en el caso de los niños representan una
fuente de influencia muy negativa, ya que les inculcan valores no
deseables y desvían el desarrollo de sus actitudes.
- Los grupos con los que nos relacionamos son otra fuente influyente en
nuestras actitudes. Al respecto, hay tres autores que han aportado datos
importantes:
-
Hyman, en 1942, hizo una distinción entre lo que llamó grupo de
pertenencia y grupo de referencia. El primero se refiere al grupo en el
que estamos incluidos, al que pertenecemos nos guste o no. El segundo se
refiere al grupo con el que nos identificamos, aunque no formemos parte
de él. Mientras que los grupos de pertenencia no determinan nuestra
actitud, ya que no compartimos sus valores, los grupos de referencia son
una fuerte influencia, ya que nos identificamos con sus valores, los
compartimos y los entendemos como propios.
-
Al respecto, Newcomb, en 1958, realizó el llamado estudio de Bennington.
Para ello siguió el caso de los estudiantes conservadores que
realizaron sus cuatro años de carrera en una universidad progresista.
Finalizados los cuatro años, los estudiantes que habían entrado con una
ideología conservadora sólo la conservaron si su grupo de referencia
estaba fuera de la univerdidad, ya que no se identificaron con los
valores del grupo de pertenencia, en este caso los de la universidad.
-
Por último, Festinger, en 1954, propuso la teoría de la comparación
social. Esta teoría explica que las personas tienen la necesidad de
comparar sus actitudes con las de los demás, de manera que si no
coinciden es una señal de que se pueden estar equivocando. Basándose en
eso, Festinger propuso que las personas buscamos a otras personas para
compararnos que tengan actitudes lo más parecidas a las nuestras, ya que
de esa manera no tenemos la necesidad de modificarlas y así podemos
mantener nuestra propia actitud.
no se pasen que es eso estudien por dios bien bueno bye
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